Una carrera gratificante y los contactos llevan a un mejor envejecimiento con VIH
Gregory Yeast comparte sus impresiones acerca de vivir con VIH pasados los 50
“Llevo 26 años viviendo con VIH, son casi tres décadas de tomar medicamentos recetados y conectarme con otras personas que también viven con esta enfermedad.
“Esos dos pasos —los medicamentos y el apoyo entre pares— me salvaron. Como muchos de mis amigos con VIH, me enfrenté a una depresión continua al comienzo de mi trayectoria. Aconsejo a las personas recientemente diagnosticadas con VIH que eviten los pensamientos negativos y les sugiero que se conecten con personas y programas que les ayuden.
“Como asistente de extensión comunitaria en Phoenix Center, una organización centrada en el apoyo a la comunidad LGBT del área central de Illinois en Springfield, ayudo a las personas a conseguir alojamiento transitorio. Este trabajo ha tenido un papel vital en mi supervivencia porque me gusta lo que hago y, al mismo tiempo, ayudo a muchas personas, incluidas algunas que han enfrentado las mismas dificultades en su vida que yo.
“Aunque el VIH se ha llevado a varios amigos, yo cuento con mucho apoyo, incluido un grupo de personas con VIH que se reúne cada mes en Springfield, donde resido. Nos reunimos para charlar, jugar boliche y disfrutar la mutua compañía.
“Ya han pasado tres años desde que logré la supresión viral de la enfermedad y nunca en la vida me había sentido mejor. Sé que mi VIH es indetectable e intransmisible, y eso me aporta serenidad mental. En cierto modo, siento que casi he vencido al VIH. Ese hito de la aceptación de mi vida con VIH es lo que planeo celebrar con ocasión de mi cumpleaños en septiembre.
“Es especialmente importante que los adultos mayores con VIH se conecten con cuidados para el VIH y tengan acceso a atención de la salud mental y otros servicios de apoyo que les ayuden a mantenerse sanos. Usted puede ubicar servicios de apoyo a través de su proveedor de atención de salud, su centro comunitario local o una organización que preste servicios a personas con VIH, como Illinois HIV Care Connect”.
‘Mi secreto para una vida saludable es tomar mis medicamentos’
Bonnie McCoy vive con VIH y lo mantiene indetectable pasados los 50
“Siempre aconsejo a las personas recientemente diagnosticadas con VIH que mantengan la esperanza. Este diagnóstico no es el final de la vida. Esto puedo afirmarlo ahora, pero cuando recibí el diagnóstico hace 13 años, lo pasé muy mal. Estaba destrozada porque nadie me ayudó.
“Aun así, me eduqué a mí misma buscando información por internet, leyendo artículos y solicitando información a personal de salud pública que sabía lo que era vivir con VIH. Y finalmente me mudé de Florida de regreso a Illinois para estar más cerca de mi familia.
“Hoy día, mis contactos con los amigos y con la familia me ayudan a mantenerme saludable. Disfruto cocinando y a veces preparo una cena para alguna amistad, pero no lasaña. Ese es un plato que no sé cocinar, aunque suelo pedirlo cuando como fuera. Me conecto con los demás a través de videollamadas y visito a mi madre cuando puedo.
“Las charlas semanales con mi consejero en el Phoenix Center de Springfield también son importantes, ya que damos un repaso a mi vida durante los últimos siete días. También leemos y hablamos de distintos libros sobre cómo llevar una buena vida y, a veces, sobre la ansiedad y la depresión.
“Según me hago mayor y sigo viviendo con VIH, mi secreto para una vida saludable es tomar mis medicamentos. No quiero saltarme ninguna dosis para poder mantener mi VIH indetectable y evitar contraer el SIDA.
“Casi la mitad de la población que vive con VIH en Illinois tiene 50 o más años, como yo. Gracias a las mejoras en la efectividad de la terapia antirretroviral, conocida como TAR, puedo mantener la supresión del virus y aumentar mis probabilidades de llevar una vida larga y saludable”.
La atención de calidad facilita la vida con VIH
Carmen Earsery acude al médico, toma sus medicamentos y vive con VIH pasados los 50
“Mi trabajo como defensora de los intereses de otras personas con VIH me ha mantenido humilde y agradecida durante los 13 años que llevo viviendo y envejeciendo con VIH.
“Presto mi voz a las personas que viven con esta enfermedad y defiendo sus derechos a través de mi trabajo en TPAN y como voluntaria en iglesias de mi comunidad. Brindo educación sobre el VIH y el SIDA y explico los beneficios de la profilaxis preexposición, o PrEP, un medicamento que puede proteger a una persona sin VIH para que no contraiga el virus.
“Llevo una vida saludable gracias a la oración, las relaciones de apoyo y mis medicamentos. Como mujer negra que se está haciendo mayor con VIH, mi incógnita es encontrar un médico que pueda atender mis necesidades y mis nuevos retos de salud, es decir, la menopausia.
“Aconsejo a cualquier persona recientemente diagnosticada con VIH que recuerde respirar y que se conecte con alguien en su misma situación para obtener apoyo adicional. En mi propia vida, me ayuda seguir los consejos que doy a los demás: acude al médico y toma los medicamentos para que tu VIH se mantenga indetectable.
“Estas dos tareas sencillas alivian mi estrés y facilitan el envejecimiento con VIH”.
El Día Nacional de Concientización sobre el VIH/SIDA y el Envejecimiento (NHAAD, por sus siglas en inglés) se celebra el 18 de septiembre de cada año. La jornada NHAAD fue fundada por The AIDS Institute y se enfoca en cuestiones relacionadas con el VIH entre la población mayor estadounidense, incluidas las nuevas infecciones en adultos mayores y las personas mayores de 50 años que envejecen con VIH. Siga leyendo.