Prevenir la transmisión del VIH entre los jóvenes puede presentar dificultades, debido a los siguientes motivos:
Educación sexual inadecuada. En la mayoría de los estados, menos de la mitad de las escuelas secundarias enseñan cada uno de los 19 temas de salud sexual recomendados por los CDC. Además, la educación sexual no se inicia lo suficientemente temprano: en ningún estado resultó que más de la mitad de las escuelas secundarias enseñaran cada uno de los 19 temas de salud sexual recomendados por los CDC. Por último, la educación sexual ha ido en declive con el paso del tiempo. El porcentaje de escuelas estadounidenses donde se requiere que los alumnos reciban instrucción sobre la prevención del VIH disminuyó del 64 por ciento en el año 2000 al 41 por ciento en el 2014, según el Estudio sobre Políticas y Prácticas de Salud Escolar (School Health Policies and Practices Study).
Conductas relacionadas con la salud. Los datos del Sistema de Vigilancia de las Conductas de Riesgo en los Jóvenes (YRBS, por sus siglas en inglés), que monitorea las conductas de salud que contribuyen a las principales causas de muerte y discapacidad entre los jóvenes, arrojan estos resultados:
- Tasas reducidas de pruebas del VIH. Solo el 9 por ciento de los alumnos de secundaria se han hecho la prueba del VIH. Entre los alumnos varones que han tenido contacto sexual con otros hombres, solo el 15 por ciento se han hecho la prueba del VIH. Las tasas reducidas de pruebas significan que un mayor número de jóvenes tiene VIH no diagnosticado. Los jóvenes que no saben que tienen el virus no pueden aprovechar las oportunidades de cuidado y tratamiento del VIH, y podrían transmitir el virus a otros sin saberlo.
- Uso de sustancias. A nivel nacional, el 19 por ciento de todos los alumnos que en la actualidad son sexualmente activos (mantuvieron relaciones sexuales durante los tres meses anteriores) y el 20 por ciento de los alumnos varones que tuvieron contacto sexual con otros hombres, tomaron alcohol o drogas antes de su relación sexual más reciente. Los jóvenes podrían participar en conductas de alto riesgo, tales como tener sexo sin condón, cuando están bajo la influencia de las drogas o el alcohol.
- Tasas reducidas de uso del condón. A nivel nacional, el 46 por ciento de todos los alumnos de secundaria sexualmente activos y el 48 por ciento de los alumnos varones que tuvieron contacto sexual con otros hombres, no usaron un condón durante su relación sexual más reciente.
- Número de parejas. Casi una cuarta parte de los alumnos varones que tuvieron contacto sexual con otros hombres reportó haber tenido relaciones sexuales con cuatro o más personas en su vida, en comparación con el 10 por ciento entre todos los alumnos. Cuantas más parejas sexuales tengas, más probabilidades habrá de que tengas sexo con alguien que tiene VIH y no lo sabe.
Sexo con parejas de mayor edad. Las investigaciones también demuestran que los jóvenes varones gay y bisexuales que tienen sexo con parejas de mayor edad corren un mayor riesgo de contraer el VIH. Este mayor riesgo responde a que una pareja de mayor edad tiene mayor probabilidad de haber contado con un mayor número de parejas sexuales u otros riesgos, y mayor probabilidad de tener VIH, según los CDC.
Tasas reducidas de uso de la profilaxis preexposición (PrEP, por sus siglas en inglés). Un estudio determinó que los jóvenes tienen menor probabilidad que los adultos de usar medicamentos para prevenir el VIH. Entre las barreras se incluyen los factores de costo, acceso, percepción de estigma y preocupaciones sobre la privacidad. La PrEP es un medicamento diario que puede usarse para prevenir la transmisión del VIH por parte de una pareja sexual o de alguien con quien se compartan las agujas de inyectar.
Tasas elevadas de enfermedades de transmisión sexual (ETS). Algunas de las tasas más elevadas de ETS se encuentran entre los jóvenes de 20 a 24 años de edad, especialmente los jóvenes de color. La presencia de otra ETS aumenta en gran medida la probabilidad de que una persona expuesta al VIH contraiga el virus.
Estigma e ideas erróneas alrededor del VIH. En una encuesta de la Kaiser Family Foundation, el 51 por ciento de los jóvenes adultos entre los 18 y 30 años afirmaron que se sentirían incómodos compartiendo vivienda con una persona seropositiva, y el 58 por ciento afirmaron que se sentirían incómodos si una persona con VIH preparara su comida. Más de la mitad de la población juvenil cree de forma incorrecta que el VIH puede ser transmitido al escupir o dar un beso. El estigma y las ideas erróneas alrededor del VIH tienen un impacto negativo en la salud y el bienestar de los jóvenes, y podría impedirles hacerse la prueba, divulgar su condición seropositiva y buscar atención para el VIH.
Sensación de aislamiento. Los alumnos de secundaria podrían participar en conductas sexuales de riesgo y en el abuso de sustancias debido a que se sienten aislados de su familia y sus compañeros, y a que les falta apoyo. Esto es especialmente cierto en el caso de alumnos gay y bisexuales que tienen mayor probabilidad que los jóvenes heterosexuales de experimentar acoso y otras formas de violencia, lo cual también puede llevar a la angustia mental y a la participación en conductas de riesgo asociadas con contraer el VIH. Los datos de la encuesta YRBS demuestran que el 33 por ciento de los alumnos y alumnas gay, lesbianas o bisexuales reportaron haber sufrido acoso en el recinto escolar durante los 12 meses anteriores, en comparación con el 19 por ciento entre todos los alumnos.